MESA DE LA CADENA DE VALOR AGREGADO DE LA CONSTRUCCION – Creación y problemática

La creación y constitución de esta “mesa” tiene como principal objetivo generar un espacio amplio y plural para poder buscar soluciones a los problemas que atraviesa la ciudad relacionada con nuestra actividad y a su vez proponer, tanto al sector privado como a los gobiernos locales, una serie de iniciativas que aumenten la dinámica de la construcción y faciliten su desarrollo.

Las entidades miembros de la Mesa de la Cadena de Valor Agregado de la Construcción queremos manifestar nuestro deseo de poder ser actores clave en la transformación de nuestro presente hacia un futuro de crecimiento económico con equidad, pleno empleo y sostenibilidad ambiental, y todo ello basado fundamentalmente en la inversión de los recursos propios de los entrerrianos que estén dispuestos a aportar en el marco de un entorno de confianza.

Una cadena de valor requiere del trabajo articulado de cada uno de sus eslabones. La nuestra es el resultado de una sumatoria progresiva y acumulativa de acciones de diferentes actores, y sectores que en distintas etapas, van entrando en escena y agregando su conocimiento a este desafío llamado en una de sus instancias “obra de construcción”, pero que en una mirada más amplia tiene que ver con los modos de producción de ciudad y territorio.
Si bien tal vez el inicio de esta cadena de valor puede estar motorizado por la visión de un desarrollador o el simple sueño de una familia que toma la decisión de transformar su vivienda, lo más habitual es que los primeros pasos estén orientados por la participación de un profesional arquitecto/ingeniero o técnico quienes con su labor intelectual, proyectan, diseñan, calculan y dirigen el objeto final que es la obra terminada.
Paralelamente se pone en movimiento un complejo sistema que abarca desde la extracción, clasificación y traslado de materias primas, la elaboración de insumos industriales de los mas diversos, la logística para su distribución y comercialización, la incorporación de trabajadores para la obra de albañilería, herrería, instalaciones, carpinterías y demás actividades, todas ellas en el marco de organizaciones que aportan conocimientos específicos, seguros y otras garantías, herramientas, equipos y vehículos.
Todo este encadenamiento llegará en forma de proyecto de inversión o de producto inmobiliario a conocimiento de quienes aportarán recursos económicos mediante la labor de corredores inmobiliarios, que apoyados en especialistas en diseño gráfico márketing y comunicación, y haciendo uso de las herramientas digitales y analógicas sostenidas por los servicios de otros actores permitirán llegar con las propuestas al conocimiento de quienes finalmente, si evalúan confiables los instrumentos jurídicos y contables elaborados por abogados, contadores y escribanos, tal vez apostarán sus años de trabajo acumulados en ahorros en una inversión que hará mover todo el engranaje.
El combustible financiero que en definitiva en la actualidad abastece ese sistema es fundamentalmente ahorro entrerriano.
Hoy, atravesamos una coyuntura en la que los bancos financian con los recursos de los ahorristas principalmente al sector público y de lo poco que quedaría disponible para el sector de nuestra cadena de valor se ofrece a altísimas tasas, altos costos administrativos y con cuentagotas.

Particularmente nuestra provincia a diferencia de otras, como son el Caso de Santa Fe o Córdoba, por citar a nuestros socios de la Región Centro, se ve afectada por el impuesto de ingreso bruto que distorsionando los costos, afecta la competitividad en el territorio y nos impide en consecuencia ser elegibles a la hora de captar recursos de otras jurisdicciones. A su vez La suba de alícuotas ha venido aumentando los costos tanto en forma directa, como es el caso de la alícuota directa a las actividades desarrolladas por los diversos actores de nuestra cadena de valor, como en forma indirecta, elevando los gastos bancarios por la suba de alícuotas a ese sector.
Las insostenibles dilaciones para el tratamiento de las presentaciones en el Registro de la Propiedad Inmueble, Dirección de Personería Jurídica y Catastro de nuestra provincia no guardan ninguna relación con la presión fiscal de los diferentes tributos que gravan nuestra actividad productiva, pero además denotan un absoluto desinterés por parte de funcionarios y empleados que están a cargo en relación con la generación de nuevos empleos o de acrecentar la actividad económica.
Esta mecánica del Estado que no encuentra un perfil adecuado para promover y acompañar la actividad de la construcción lamentablemente, desalienta y achica la actividad, lo cual se ve exacerbado en ciudades como Paraná.
En nuestra ciudad, la municipalidad cobra tasa inmobiliaria y sanitaria sobre metros cuadrados en ejecución, mientras se construye, sin tener el final de obra y antes de poder ser habitada.
La gestión técnico administrativa de las presentaciones de propuestas edilicias se ha complejizado al extremo, transformándose esto en dilaciones a la hora del tratamiento de expedientes como son los caso de las factibilidades y proyectos, poniendo en riesgo muchas veces posibles inversiones que activarían la cadena de Valor agregado de la construcción
Estas breves líneas, solo pretenden ilustrar parte de una coyuntura plagada de obstáculos en el marco de un sistema de problemas que tiene como principal responsable al sector público al que entre todos sostenemos y de quién necesitamos que nos facilite el camino para poder a su vez ayudar al conjunto.

Nuestra ciudad debe reconocer que la construcción es una de las actividades más dinamizadoras en la economía paranaense y que de ella dependen personas con distintas capacidades y recursos, generando una repercusión positiva en la sociedad en general, es una de las actividades más potentes para la generación de empleo genuino y el aporte de recursos directos a nuestras ciudades.
Exigimos mejores servicios administrativos, mejor atención en general, una política de facilidades con disminución de la burocracia, cumplimiento de plazos por parte del Estado, y acciones de promoción para quienes generen empleo y agreguen valor invirtiendo sus propios recursos en nuestras ciudades. Algo que puede resultar básico para algunas jurisdicciones y que sin embargo puede resultar todo un cambio político y cultural en otras.